Gould señala el argumento del
celebre filosofo Karl Popper, la falsabilidad que deben poseer las teorías,
para considerarse como las explicaciones adecuadas para interpretar los datos
del mundo. Acá, los creacionistas expresan que su modelo sigue los pasos de la
falsación para poder desplazar la Evolución biológica. Aun así, expresa Gould,
que el modelo Popperiano, tendría su aplicación para ambas partes, puesto que,
una persona no se considera científico por el simple hecho de falsar un sistema
oponente y verdaderamente científico, el individuo debe presentar un sistema
alternativo que integre el criterio de Popper, por lo tanto también deber ser
falsable en un principio.
“Nosotros
nunca podemos probar absolutamente, pero podemos falsar. Un conjunto de ideas
que no puede, en un principio, ser falsado, no es ciencia”.
Los intentos de los creacionistas
para derogar la Evolución como un hecho, han pasado por diversas fases. Han mencionado,
que los fósiles no determinan una concordancia evolutiva gradual. Según ellos,
esto solo cuestiona más el proceso evolutivo, dejando como resultado vacios en
el modelo teórico. Otro, el cual es posiblemente el predilecto, es abogar por
el Diseño Inteligente, destacando que los organismos ubicados en el entorno
natural muestran una perfección única, y cada una de sus partes, que componen
al organismo, son de vital importancia, y, sin algunas de estas faltara no podría
vivir. Por tanto, debe existir un Ser Todopodero, o Diseñador, que ayudo ha
mantener esa armonía de perfección.
Al respecto, Gould ha manifestado
tres argumentos generales (Mencionados en esta entrada). La evidencia en
numerosos experimentos con las variedades de especie de Drosophila en el
laboratorio, para demostrar la selección artificial. El famoso ejemplo de las
polillas Británicas, las cuales se volvieron de color oscuro cuando el hollín provenientes
de la industrial oscureció los arboles donde se posaban las polillas.
Ocurriendo un muy claro ejemplo de adaptación, y mimetismo. En cuanto a la
perfección y su diseñador, profesores e investigadores como Ayala, Dawkins,
entre otros, se han encargado de desmantelar a ese modelo. De igual manera, Gould
expresa:
“La evolución yace expuesta en las
imperfecciones que graba la historia de la descendencia.
¿Por qué una rata correría, un murciélago volaría, una marsopa nadaría, y yo
digitaría este ensayo con estructuras construidas
de los mismos huesos, si no es
porque todos las heredamos de
un ancestro común? Un ingeniero,
comenzando de cero, pudo diseñar
mejores extremidades cada vez. ¿Por
qué serían marsupiales todos los
grandes mamíferos nativos de Australia, a menos
que hayan descendido de un
ancestro común aislado en esta isla continente?
Los marsupiales no son “mejores” o idealmente convenientes para Australia;
mucho han sido barridos por mamíferos placentarios importados por el
hombre desde otros continentes.”
Por su parte, Curtis, Barnes, Schnek
y Massarini (2008), mencionan las evidencias del proceso evolutivo, a saber:
Evidencias que provienen de la observación directa; Evidencias que provienen de
la biogeografía; Evidencias que provienen del registro fósil; Evidencias que
provienen de la homología; Evidencia que provienen de la imperfección de la
adaptación. En caso de consulta.
Stephen Jay Gould, “Evolution as
Fact and Theory,” May 1981; from Hen’s Teeth and Horse’s Toes, New York: W. W.
Norton & Company, 1994, pp. 253-262.
Curtis, Barnes, Schnek y Massarini (2008), Séptima edición,
Editorial médica
Panamericana, Curtis Biología.
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