Al momento de presentar
al proceso de innovación educativa se debe considerar un desarrollo
miltidimensionada, así pues, en él intervienen unos aspectos políticos, ideológicos,
económicos, culturales, y, psicológicos, afectando a distintos contexto y
niveles, desde el aula de secundaria hasta los grupos de las universidades. El éxito
o fracaso de las innovaciones educativas consta, en gran medida, del aborde en
que los varios actores de la educación
interpreten, redefinen, filtren y den forma a los cambios progresivos
(Salinas, 2008).
Hoy en día, al
referirse a la innovación educativa, se hace continuamente hincapié acerca de
las Tecnología de información y comunicación (TIC), representado un cambio en
las estrategias a nivel de educación, de igual manera, generando un rechazo o poca
aceptación por algunos docentes. Esto ha producido una línea de investigación,
solo para reflexionar sobre la importancia y beneficio que tiene sus usos en el
proceso de enseñanza y aprendizaje.
En este sentido,
Salinas (Op Cit) señala, que la aplicación de la TIC a acciones de formación permanente
sobre la concepción de enseñanza flexible, da paso para diversos aspectos en
cambio y renovación, que se deben considerar:
- Cambios en las concepciones; cómo funciona en aula, definición de los
procesos didácticos, identidad del docente, entre otros.
- Cambios en los recursos básicos: Contenidos, infraestructuras, acceso
a redes, usos adecuados y disponibilidad de recursos, deben ser manipulables
por el profesor, estudiante.
- Cambios en las prácticas de los profesores y de los alumnos.